Cork es la segunda ciudad de Irlanda, y de hecho es uno de los lugares que mejor captan la esencia tradicional del país. Considerado como uno de los mayores puertos naturales del mundo, Cork tiene el aspecto más europeo de todas las ciudades de Irlanda, debido al cosmopolitismo que conlleva la herencia de su antiguo pasado como centro comercial de primera magnitud. Una ciudad agradable y llena de ambiente, con una escena cultural muy animada y en continuo crecimiento.
Sorpréndete con el hermoso Castillo de Blarney construido en el siglo XVI para repeler a los piratas e invasores que frecuentaban las costas de Irlanda. Visita la Catedral de San Finbar, las infinitas galerías como el Crawford Art Gallery o el Museo Lewis Glucksman donde apreciarás el arte clásico y moderno de la ciudad. Y termina tu día conociendo alguno de sus pubs y bares, donde podrás disfrutar de la música en vivo.