Da lo mismo si la llaman isla de San Bartolomé, St. Barth o Saint Barts, esta pequeña isla volcánica de poco más de 20 kilómetros cuadrados es un placer para todos los sentidos: podrás sorprenderte con la variedad de sus paisajes, largas playas de fina arena blanca y espectaculares atardeceres. Gustavia, la capital y con su característica forma en herradura, conserva varios edificios de la época de la colonización sueca y, al ser puerto franco, es un destino ideal para irse de compras.
A Gustavia se viene a disfrutar de la tranquilidad y de sus hermosas playas, a broncearse, descansar bajo algún árbol frondoso o en una hamaca, a navegar, ir de compras y a desconectarse del mundo. ¡Disfrútala!